Magicos 15 años





 

La celebración de los 15 años en El Salvador, es un ritual de iniciación social, inspirado en los bailes para debutantes de las sociedades de la nobleza inglesa y la alta burguesía francesa del siglo XIX, en los que las jóvenes (normalmente de 14 a 16 años), asistían a su primer presentación en sociedad, la cual era clave para el futuro de las chicas: su actuación y desenvolvimiento, así como la posición social de los padres, le aseguraban conocer hombres con fines matrimoniales.

En El Salvador se  realiza una fiesta que celebra el cumpleaños número 15 de una joven, dicha fiesta retoma mucho de los elementos de los eventos de la "alta sociedad", incluyendo los propios, entre ellos el inicio de la celebración con una misa de agradecimiento (TE DEUM) , un "primer baile" de la chica, normalmente con su padre, el cual "la presenta" ante la sociedad (amigos y parientes de la festejada) y oficialmente le da el carácter de "mujer", así como la ejecución de una coreografía, más o menos complicada, denominada genéricamente como vals (aunque el nombre proviene de los salones de baile de Austria, no siempre se trata de este género musical, normalmente abre con una "entrada" ejecutada con La Marcha Triunfal de la opera Aída de Giuseppe Verdi, seguida por el propio vals, el cual puede ser sustituido por una pieza melosa, últimamente se ha popularizado "tiempo de vals" interpretado por el cantante pop Chayanne, después de un cambio de vestuario, se ejecutan otras coreografías con ritmos diversos como cumbias, música "disco", norteña, etc.), la quinceañera es acompañada por un grupo de "chambelanes" (que imitan a los cadetes austriacos) y damas de honor, los cuales (al igual que las piezas a ejecutar) son elegidos por la propia festejada, la invitación a participar, marca jerárquicamente, los afectos e intereses de la joven.

Básicamente existen dos espacios de la celebración: la iglesia donde se celebrará la misa de agradecimiento, y el espacio donde se desarrollará el festejo, éste variará dependiendo de las posibilidades, pudiendo ir desde la casa de la familia, el patio común de la vecindad, la calle (la que normalmente es cerrada al tránsito vehicular) o un jardín privado y más comúnmente, un salón de fiestas.

La quinceañera es ataviada con un vestido inspirado en aquellos utilizados en los bailes europeos, aunque muchos son reminiscencias del vestuario las princesas de las películas de Walt Disney, diosas griegas o damas de la corte de Luis XV, el común denominador es la fastuosidad y originalidad del vestuario, así como resaltar la "cándida sexualidad" antes mencionada; el vestuario es completado, normalmente, con zapatillas (las más populares son de chaquira nacaradas, las de plástico transparente, imitando cristal o de raso blanco o rosa), guantes en conjunto y un collar con una imagen religiosa, obsequio del padrino que representa su pureza. Las damas de honor llevan vestidos similares, aunque menos llamativos, y los chambelanes con Frac o traje formal.

Otro elemento importante es el juego de Copas, con las que la quinceañera, los padres y padrinos celebrarán "el primer brindis", profusamente adornadas, las que servirán con recuerdo para la festejada, asimismo, un Bouquet de flores, normalmente realizadas en cera con arreglos de encaje.

Los elementos más sociales son;
1). las invitaciones, 2).los recuerdos y 3). los centros de mesa (arreglos de flores artificiales que son ofrecidos a los comensales como recuerdo).

Inicia en la madrugada, con una serenata en casa de la quinceañera, normalmente con un grupo de mariachis o un trío, que interpretan "las mañanitas" y temas alusivos al "paso de niña a mujer" que ese día vivirá; a este evento sólo asisten los familiares y amigos más cercanos, así como los padrinos; más tarde se celebra la misa de agradecimiento (Te Deum), para ello, la iglesia es adornada con flores y una alfombra roja, al ser en El Salvador  un país predominantemente católico la misa tiene un significado especial, durante la ceremonia el sacerdote hace continuas recomendaciones directas a la festejada y a sus padres y padrinos para preservar su “dignidad, decencia y pureza”; en muchas comunidades del país se acostumbra que el recorrido entre la casa de la quinceañera y la iglesia se realice a pie acompañada de familiares y amigos, también se acostumbra hacer el recorrido en un coche antiguo o en una carroza en forma de calabaza, inspirada en la película la cenicienta de Walt Disney un automóvil antigua o uno lujoso, siendo el máximo, una limusina adornada.

El Vals es el punto culminante de la celebración, aquí la festejada en compañía de un grupo de amigos “los chambelanes” y amigas “las damas de honor”, ejecutan una coreografía inspirada en los bailes de las cortes imperiales, la cual han ensayado desde meses atrás, instruidos por un coreógrafo profesional; aunque el cuadro de baile lleva el nombre de “vals” muy rara vez se ocupa este género para la danza, normalmente se interpreta la marcha triunfal de la ópera Aída de Verdi, piezas de Richard Clayderman o el cantante Chayanne, esta representación se completa con otros números conocidos como “la disco” (música anglosajona bailable), “la norteña” (se refiere a los ritmos del norte de país como la polka, música de banda o “la cumbia” (música afroantillana originada en colombia). Actualmente algunas empresas dedicadas a “montar la coreografía” del vals ofrecen el servicio de chambelanes: bailarines profesionales especializados en este tipo de eventos, lo que en si ya conforma un oficio.


 
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